domingo, 4 de marzo de 2007

ARBOL GENEALOGICO


Este es el arbol genealogico directo ya que, por razones de espacio, seria mucho muy dificil colocar el arbol completo.

BIOGRAFIAS: Monseñor Jose Antonio Roca y Boloña


MONS. JOSÉ ANTONIO ROCA Y BOLOÑA


Nació en Lima el 12 de noviembre de 1834. Sus padres, Bernardo Roca Garzón y Teresa Boloña y Roca, habían residido, antes de trasladarse a Lima, en Guayaquil, donde aquél había desempeñado el cargo de cónsul general de los Estados Pontificios. Miembro de una familia piadosa y acaudalada, José Antonio Roca y Boloña ingresó en 1847 en el Colegio de Guadalupe, donde destacó en los estudios, con una marcada preferencia por los cursos de Letras, y particularmente por la Filosofía.


Terminados sus estudios, comenzó a trabajar como colaborador de su padre en la casa mercantil que éste llevaba, pero pronto, sintiéndose llamado a la vocación sacerdotal, ingresó en el Seminario de Santo Toribio. Este era por entonces un centro de efervescencia intelectual: allí estudiaban no sólo los postulantes a las órdenes sagradas, sino también los hijos de las familias notables de la época. Estudiaron allí personajes como Nicolás de Piérola, Manuel González Prada y Manuel Tovar, amigo de Roca y Boloña y futuro arzobispo de Lima. Ordenado presbítero el 9 de abril de 1859, y ya con el título de maestro, permaneció en el Seminario como regente de estudios y profesor de Elementos de Religión, Francés, Lugares Teológicos, Teología Dogmática y Derecho Eclesiástico, materia esta última en la que llegó a tener el Doctorado.

Fue promotor de la prensa católica, colaborando en publicaciones como «El Católico» (1855-1860) —fundado por Bartolomé Herrera— y «La Sociedad» (1870-1880), de Don Pedro Calderón. Junto con Manuel Tovar, fundó «El Progreso Católico», en 1860, y «El Bien Público». Esta publicación, aparecida por primera en 1865, dejó de editarse en 1866 debido a un incidente con la autoridad política. Bajo influencias liberales, se promulgó un Reglamento de Policía que prohibía, en uno de sus artículos, que se sacara el Santo Viático por las calles la ciudad, ocasión en que el pueblo fiel, con una vivencia intensa de la piedad eucarística, acompañaba con palio, campanillas y acompañamiento de música al sacerdote que llevaba la comunión a un enfermo El arzobispo Goyeneche hizo oír su protesta ante esta medida por intermedio de Mons. Tordoya, Deán del Cabildo, y el Presidente y Dictador General Mariano Ignacio Prado suprimió el artículo. Sin embargo, la protesta de los redactores de «El Bien Público» continuó y se hizo extensiva también a otros artículos que iban contra la Iglesia.

La respuesta gubernamental fue esta vez el aprisionamiento de Roca y Boloña, Tovar y otros tres párrocos diocesanos que también elevaron su voz de protesta. Embarcados en una nave de guerra en el puerto de El Callao, iban a ser enviados al destierro, cuando el arzobispo Goyeneche intercedió por ellos ante Prado, logrando que se les devolviera la libertad. Pero esto significó el cierre definitivo del periódico católico, cuyo último número lleva fecha del 17 de junio de 1866. Sin embargo, conociendo por estos sucesos la firmeza de Roca y Boloña en la defensa de la fe, el por entonces Presidente del Ecuador, Gabriel García Moreno, lo propuso para el obispado de Guayaquil, ofrecimiento que él declinó.

Realizó junto con su amigo, el diácono Manuel Tovar, un viaje a Roma, donde se entrevistó personalmente con el Papa Pío IX, quien lo nombró prelado doméstico suyo. De regreso al Perú, siguió desempeñando su ministerio sacerdotal. En 1870 le fue confiada la Provisoría de la curia eclesiástica. Durante el gobierno de Manuel Pardo fue designado miembro de la comisión encargada de elaborar el Reglamento General de Instrucción. En el desempeño de este cargo, logró evitar que los bienes del Seminario pasaran a la Caja de la Universidad. Discrepancias con el gobierno y con otros miembros de la comisión lo llevaron finalmente a retirarse de ella.

La Guerra del Pacífico (1879-1883), entre Perú y Chile, fue una de las circunstancias históricas que más le permitieron hacer brillar su abnegado valor y su inquietud por la justicia y el amor cristiano. Preocupado por la suerte de los heridos en batalla, organizó las ambulancias de la Cruz Roja; al frente de este servicio, no vaciló en protestar ante el Comité Internacional de la Cruz Roja en Suiza por el atropello cometido por los soldados chilenos al atacar los hospitales de sangre en la batalla de San Francisco (noviembre de 1879), contraviniendo así el derecho de guerra. Debido a su enérgica denuncia de ésta y de otras injusticias que pisoteaban el respeto debido al vencido, cuando el ejército chileno ocupó Lima (enero de 1881), Mons. Roca y Boloña optó por refugiarse en la serranía para evitar las represalias en su contra. Con la firma del Tratado de Paz de Ancón (20 de octubre de 1883) y el retiro de las tropas chilenas de la capital peruana (enero de 1884) pudo regresar a Lima. Convocado al Congreso Constituyente para aprobar la paz, fue elegido diputado por la capital; partidario de la paz, aun a costa de un doloroso sacrificio, hizo que los ánimos se resignaran a la cesión de territorio peruano que eligió el vencedor.

En 1886 le fue conferido el cargo de presidente de la comisión encargada de preparar las celebraciones del tercer centenario del nacimiento de Santa Rosa de Lima. El 30 de abril de 1886 pronunció un sermón panegírico de la santa limeña, donde, además de presentar unas hermosas y profundas reflexiones sobre el misterio de la Encarnación, alienta a los peruanos a sobreponerse a la adversidad de un país material y moralmente deprimido por la guerra, buscando apoyo en la fe y confiando en la intercesión de quien fuera la primera flor de santidad de América.

En 1892 se fundó en Lima el Colegio de Santo Tomás de Aquino, siendo su primer rector Roca y Boloña. Este, durante el acto de inauguración, pronunció un monumental discurso apologético del Doctor Angélico. Al año siguiente obtuvo la canongía teologal de Lima, y en 1898 el presidente Nicolás de Piérola lo promovió al cargo de dignatario del Cabildo de Lima. Ese mismo año, el 8 de diciembre, pronunció su último sermón, en la ceremonia de imposición del palio arzobispal a su antiguo amigo, Mons. Manuel Tovar. Retirado de toda actividad pública, consumido por la vejez y completamente ciego desde 1906, murió el 29 de julio de 1914.

Mons. Roca y Boloña es recordado como un orador de gran categoría. Son memorables su Discurso sobre la palabra, leído en la sesión inaugural de la Academia correspondiente de la Real Academia Española en el Perú, de la cual fue miembro; sus diversas Oraciones fúnebres, especialmente las pronunciadas durante la misa de exequias de José Gálvez —personaje ilustre muerto en el Combate del 2 de Mayo (1866)—, los que fueran Presidentes de la República José Balta y Manuel Pardo, y el contralmirante Miguel Grau, muerto heroicamente en el Combate de Angamos (8 de octubre de 1879) en la Guerra del Pacífico y de quien fuera amigo cercano; sus sermones en el 42° y el 50° aniversario de la Independencia del Perú, en el primero de los cuales desarrolla el concepto cristiano de libertad, examinando en el segundo los principios que confluyen al engrandecimiento de una nación: unidad, orden y sacrificio. Son también numerosos sus panegíricos en honor al Sagrado Corazón de Jesús, a la Virgen María y a los santos, en particular a aquellos que florecieron en suelo peruano: Santa Rosa de Lima, San Francisco Solano y Santo Toribio de Mogrovejo. Las más importantes de sus piezas oratorias, junto con varios de sus escritos, aparecen recopiladas en un voluminoso libro que lleva el título de Verba Sacerdotis.

Sería interesante realizar una investigación para reunir las piezas oratorias que han quedado excluidas de esta recopilación —y que en su época circularon impresas en folletos— y la gran mayoría de sus artículos periodísticos dispersos en varias publicaciones, con el fin de recuperar un testimonio importante del pensamiento católico en el Perú del siglo XIX. Más aún cuando Roca y Boloña parece haber sido una persona de privilegiada capacidad intelectual, según el testimonio que nos ha dejado un amigo y admirador suyo, Gonzalo Herrera, en un artículo necrológico: «La conversación de Mons. Roca era interesantísima. Su erudición literaria, su ciencia teológica; su ilustración general, su memoria privilegiada, su sencillez y su virtud cautivaban fácilmente». Y sobre las dotes oratorias del predicador limeño, que constituían medio adecuado para hacer llegar al corazón de los oyentes una doctrina profunda y elevada, dice el mismo G. Herrera: «La declamación de Mons. Roca era también, como la de Bossuet, bastante original. No era, si se quiere, todo lo artística que pudiera haber sido; pero era particular. Cierta nerviosidad tan natural en él; cierto entusiasmo como repentino que se apoderaba de él; cierto agitamiento fonético que empleaba en las partes solemnes del discurso; cierta majestad en su aspecto y un tino especial para dar a cada palabra la entonación correspondiente; unción sobre todo y grave recogimiento sacerdotal que, precedidos de la buena reputación de Mons., hacían ratificar la máxima retórica: "el orador es el hombre de bien dotado del don de la palabra".

Se puede encontrar en los sermones de Mons. Roca y Boloña algunas aproximaciones teológicas interesantes que, si bien no son totalmente originales, si hablan de una asimilación profunda, reflexiva y meditada de los misterios de la fe. Recordemos que Roca y Boloña fue formador de seminaristas y profesor de teología. Lo interesante de sus sermones en este aspecto no es tanto el aspecto sistemático, sino más bien la presentación de una doctrina en forma pastoral y apuntando a la vivencia y puesta en práctica de la Palabra. Es por eso que más que de exposiciones de teología, podemos hablar de piezas de espiritualidad, de una teología predicada para ser vivida.

ORIGEN Y SIGNIFICADO HISTORICO (Articulo)

ORIGEN Y SIGNIFICADO HISTORICO DE LA LABOR DE LA FAMILIA ROCA EN EL PERU

 

Aproximadamente hacia los siglos XIII y XIV se remontan las noticias de este linaje originario de Cataluña, España que luego pasara a Mallorca, Valencia, Alicante y Murcia con líneas que difundieron el apellido por España y lo llevaron a América. Es en este sentido que descendientes de dichas familias echaron raíces en países como Argentina, Colombia, Ecuador y Perú. La historia de cada uno de estos países puede mostrarnos la huella que dejó en ellos el apellido Roca.



En esta ocasión particular es oportuno recordar y recalcar la trascendencia y significado histórico de la labor de la familia roca desde su llegada al Perú, no solo por conmemorarse un aniversario mas de nuestra patria –con la que por cierto, colaboraron notablemente– sino porque cada uno de ellos obtuvo y continua obteniendo, importantes logros y reconocimientos en áreas como política, economía, artes, medicina, etc.

Si nos remontamos al primer miembro de la familia Roca en este país encontraremos a Don Bernardo Roca Garzón, natural de Guayaquil, Ecuador donde se desempeñó hasta antes de su llegada al Perú como Cónsul General de los Estados Pontificios y posteriormente, durante el gobierno de Don José Balta (1868-1872) fue uno de los encargados, junto con Juan Mariano Goyeneche y Gamio, Daniel Ruzo y el Dr. Manuel Toribio Ureta, de redactar el proyecto de licitación del Ferrocarril Central (Ferrocarril Lima – La Oroya) que fuera ganada por los señores Montero, pero por no cubrir la seguridad de la construcción ni el mantenimiento de la misma, se escogió la opción ofrecida por el Ing. Norteamericano Enrique Meiggs el 18 de Diciembre de 1869.
Don Bernardo Roca Garzón, casado con Doña Teresa Boloña y Roca –también de nacionalidad ecuatoriana- murió el 7 de Abril de 1880.
La primera generación de la familia Roca nacida en el Perú se inicia con el primogénito de los antes mencionados, Mons. José Antonio Roca y Boloña, quien nació el 12 de Noviembre de 1834, quien se ordenó como sacerdote el 9 de Abril de 1859. Periodista nato, colaboró con publicaciones como “El Católico”, “La Sociedad” “El Progreso Católico” “El Bien Público” y en 1865 debido a sus fuertes convicciones religiosas estuvo a punto de ser desterrado pero gracias a la intercesión del Arzobispo Goyeneche ante el entonces Presidente y dictador Mariano Ignacio Prado, se logró evitar la ejecución de dicha orden. Luego fue nombrado prelado Doméstico (eclesiástico de la familia del Papa) de Su Santidad el Papa Pío IX. Protonotario Apostólico, Doctor y Catedrático de Derecho Eclesiástico de la UNMSM, Regente de Estudios en el Seminario Conciliar de Santo Toribio, miembro honorario del ilustre colegio de Abogados de Lima.
Cofundador y Presidente de la Cruz Roja Peruana (17/4/1879) y preocupado por la suerte de los heridos en batalla, no solo organizó personalmente las ambulancias de la Cruz Roja Peruana, protestó ante el Comité Internacional en Suiza por el atropello cometido por los soldados chilenos al atacar los hospitales de sangre en la Batalla de San Francisco sino que además luchó en primera línea y desplegó energías y talento creador trabajando codo a codo con los médicos, estudiantes de medicina, practicantes y todos aquellos que en aquel entonces hacían posible que la labor de la Cruz Roja se cumpliera a cabalidad.
A la muerte de Don Miguel Grau Seminario –de quien fuera amigo personal y confesor- en ceremonia realizada el 29 de Octubre de 1879 en la Catedral de Lima y luego de la Misa de Honras pronunció su “Oración Fúnebre” a la memoria del Comandante del Huascar siendo el primero en nuestra patria que hizo El Elogio del Almirante Grau. Se dice que sus palabras conmovieron profundamente a los asistentes.
Posteriormente fue representante al congreso, cargo en el cual colaboró para aprobar la paz, luego, en enero de 1884, fue elegido Diputado por Lima. En 1886 le fue conferido el cargo de Pdte. De la comisión encargada de preparar las celebraciones del Tercer Centenario del Nac. De Santa Rosa de Lima y el 30 de Abril pronunció un sermón de la santa limeña, donde además alienta a los peruanos a sobreponerse a la adversidad de un país material y moralmente deprimido por la guerra.
Miembro Correspondiente de la Real Academia Española de la Lengua, en cuya sesión inaugural del 30 de Agosto de 1887 pronunció su memorable “Discurso Sobre la Palabra”.
En el año 1892 se funda en Lima el Colegio Santo Tomás de Aquino del que fue primer Rector y durante el acto inaugural pronunció un monumental discurso apologético del Dr. Angélico, en 1893 obtuvo la Canongía Teologal de Lima y en 1898 el Presidente Nicolás de Piérola lo promovió al cargo de Dignatario del Cabildo de Lima. El 8 de Diciembre de 1898 pronunció su último Sermón en la ceremonia de imposición del Palio Arzobispal a su antiguo amigo, Mons. Manuel Tovar.
Precisamente hoy 29 de Julio del 2002, ochenta y ocho años después de su muerte recordamos a este gran sacerdote y eminente orador. Hombre de privilegiada capacidad intelectual, erudición literaria, ciencia teológica, ilustración general memoria privilegiada, sencillez y virtud cautivaba fácilmente. Jamás se alejó de la pobreza que llevó con perfecta conformidad en la voluntad de Dios. Actualmente una calle del distrito de Miraflores lleva su nombre.
Pero Mons. José Antonio Roca y Boloña no fue el único de la familia y de aquella generación que decidió participar activamente en el quehacer nacional. Su hermano Bernardo Roca y Boloña también tuvo una activa participación en la Guerra del Pacífico. En aquellos años (1880) en que el Puerto de Ancón era el puerto mayor de Lima por los bloqueos que sufría el puerto del Callao y al mando de 60 fusileros anconeros impidió el desembarco de las tropas chilenas. Ante tal fracaso, el acorazado “Blanco Encalada” bombardeó Ancón en Septiembre de 1880. Culminada la Guerra con Chile, Don Bernardo Roca y Boloña, colaboró estrechamente con su hermano Mons. Roca y Boloña, quien en aquel momento era Presidente de la Cruz Roja Peruana, la cual fuera creada, precisamente, a raíz de la guerra.
Su hermano Pedro José Roca y Boloña (mi tatara abuelo) que en el año 1880, durante la Guerra con Chile cuando Don Nicolás de Piérola decretó el alistamiento masivo de todas los peruanos entre 16 y 60 años se enlistó para participar en la defensa de su país. Don Pedro José recibió despachos de Coronel de Reserva al mando del Batallón Nº 24 y a partir de ese momento participó en los febriles preparativos para recibir e impartir instrucción militar ya que el ataque chileno sobre Lima era inminente ya que para esos momentos su victoria en la Batalla de Angamos les daba el control absoluto del mar. Roca y Boloña al mando de sus hombres y 4 cañones frustró la maniobra de los chilenos que pretendían convergir sobre Lima, mientras el puerto de ancón era bombardeado implacablemente por la escuadra chilena. El 9 de enero de 1881 se lleva a cabo la Batalla de la Rinconada en la que 250 hombres agrupados en el Batallón Pachacamac y al mando del Coronel de Reserva Pedro José Roca y Boloña se atrincheraron en esas lomas (hoy el Sol de la Molina y en aquel entonces la Hacienda Vásquez de su propiedad) y lograron rechazar con impresionante valor a las tropas chilenas integradas por 2500 soldados de las tres armas y cañones de gran alcance al mando del Crnel. Orozimbo Barboza. A su muerte a causa del paludismo el 6 de Junio de 1883 dejó trece hijos, el mayor de los cuales tenía solo 16 años, Don Carlos Roca García, mi bisabuelo.
Otro de los hermanos, Don Ignacio Roca y Boloña quien desde 1887 y por más de 20 años fue el encargado de editar el Calendario Eclesiástico, civil, histórico y astronómico del Perú. Este durante su existencia fue el único calendario aprobado y recomendado por la autoridad eclesiástica.
La segunda generación de la familia Roca –nacida en el Perú- tiene también personajes relevantes y cuya huella ha quedado grabada en nuestra historia. Hijo del Crnel. Pedro José Roca y Boloña y de Doña Aurora García y Sacio; Don Benjamín Roca García, quien fue destacado ciudadano y probo hombre público y a quien sus estudios en Economía Política y economía le permitieron descollar en el campo económico del Perú. Destacaron sus trabajos en agricultura por sus amplios conocimientos, hombre de negocios y posteriormente economista y financista con una marcada preocupación por los problemas de la sociedad. Estuvo al frente de una serie de importantes instituciones como La Caja de Depósitos y Consignaciones, el Banco Agrícola del Perú, el Banco internacional del Perú, la Sociedad Nacional Agraria, la Cia. Administradora del Guano, la Junta Pro Desocupados, La Sociedad de Beneficencia Pública entre otras.
En 1930 presidió la Comisión Central de Presupuesto y mientras el país atravesaba circunstancias verdaderamente dramáticas sorteó la difícil situación económica y dio la debida solución a la crisis poniendo de relieve su capacidad y valentía para dirigir la vida financiera del país.
Estuvo en dos oportunidades al frente del portafolio de Hacienda y Comercio (25/11/1933 y 28/10/1937) durante el gobierno del Mariscal Oscar R. Benavides, posteriormente y durante el gobierno del Dr. Manuel Prado Ugarteche en 1943, fue nombrado como Primer Ministro de Agricultura, el primero de nuestra historia. Los últimos 20 años de su vida los dedicó íntegramente al servicio del Perú. De él dijo Jorge Basadre: “Fue uno de los mejores peruanos del siglo XX”. La Municipalidad de Lima, ocho años después de su muerte acaecida el 19 de mayo de 1948 y como homenaje a su memoria dio su nombre, en 1956 a una calle de Lima.
Hijo de don Bernardo Roca y Boloña –activo participante de la Guerra con Chile- y de Doña Teresa Boloña y Roca; Don Luis Felipe Roca y Boloña que en 1909 fuera Sub Director del Panóptico y luego Teniente alcalde de la ciudad de Lima y quien en su momento se dirigiera al Prefecto de Lima protestando por la proliferación de vendedores ambulantes y de quien incluso se publicara el 17 de diciembre de 1883 una declaración en ese sentido y que paradójicamente, hace mas de 100 años, preveía que de no solucionarse ese problema las calles se podrían convertir en mercados haciendo inútil la existencia de estos.
Su hermano, el Dr. Pedro José Roca y Boloña quien a los 26 años, en 1910, se enroló en las files del ejército nacional durante el conflicto con Ecuador. En 1911 recibió el premio “Bignon” otorgado a la mejor tesis y en 1912 se recibió de médico. En 1915 fue nombrado médico auxiliar del Instituto Nacional de Vacuna y del Instituto de Higiene, en 1922 ascendió a la Jefatura de la sección Vacuna Antivariólica y durante ese período se preparó por primera vez la Vacuna Seca además de numerosos avances científicos, entre ellas la preparación de vacunas con antibióticos. En el año 1924 fue encargado de la Dirección Médica de la Sección Antivariólica del Lazareto de Guía y en 1950 se le otorgó Pergamino y Medalla de Oro por sus eficientes servicios. En el año 1952 ascendió al cargo de Jefe del Departamento de Virus y Ricketesias y al año siguiente se preparó la primera vacuna liofilizada. En cada una de las dependencias que ocupó, desarrolló una brillante labor científica ligada al proyecto de la Vacuna Antivariólica. Durante su gestión se logró la primera obtención del “Cow Pox Espontáneo”, esta cepa inoculada por primera vez por el Dr. Roca y Boloña fue denominada por los técnicos como “Cepa Roca y Boloña”.
Al cumplir 70 años se le confirió el título de Asesor Técnico Ad-Honorem del Instituto Nacional de Higiene y Salud Pública. Prestó servicios en la administración pública durante más de 40 años y fue médico de la municipalidad del Rimac durante 30 años. Laboró en la Beneficencia Pública de Lima como médico Jefe de la Sala San Vicente, cargo que desempeñó durante muchos años y en el que se jubiló poco antes de su muerte el 10 de agosto de 1954.
Años después de su muerte se inauguró el Policlínico gratuito vespertino “Pedro José Roca y Boloña en el Jirón Trujillo 765 Rimac en homenaje al médico fundador del consultorio Médico Gratuito del Rimac treinta años antes.
Una tercera generación de esta misma descendencia tiene entre uno de sus principales y mas notorios representantes al Embajador (r) Don Bernardo Roca Rey, hijo de Don Bernardo Roca García y de Doña Carmen Rosa Rey Álvarez Calderón; incansable estudioso y uno de los mas interesados en dar a conocer aspectos poco difundidos de la trayectoria a través de diversos artículos e informaciones valiosas dadas a conocer por medio de la prensa escrita. Egresó del Instituto de Altos Estudios Cinematográficos de París e ingresó al mundo del teatro como actor. Formó parte del grupo de jóvenes que fundó la Asociación de Artistas Aficionados (AAA). Entre 1944 y 1945 escribió y dirigió el largometraje “La Lunareja” basado en una tradición de Ricardo Palma, el cual se estrenó el 5 de julio de 1946. Escribió los radioteatros Tupac Amaru y Don Ricardo Palma, luego, en 1948 publicó la obra “Un Nuevo Pueblo ha de Nacer” y en 1949 recibió el Premio Nacional de Teatro por su drama Loys, que se estrenó en el Teatro Segura de Lima. En 1950 publicó la Muerte de Atahualpa, laureada en el Concurso de Teatro Nacional. En el año 1993 publicó la Epopeya de Gilgamesh, relato sumerio que tradujo del francés y que por primera vez apareció en versión completa en español. Diplomático de profesión, desempeñó funciones en Francia, Argentina, holanda, Bélgica, México, Suiza y Ecuador. Fue embajador de Israel y Costa Rica continuando con su labor hasta que se jubiló. Durante los siguientes años se dedico a las investigaciones genealógicas. Mi querido tío Bernardo dejo de existir hace solo unas semanas.
Su hermano, Don Joaquín Roca Rey, escultor y grabador estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes, de la que fue profesor a partir de 1957. Luego de trabajar con reconocidos escultores españoles viajó a Europa y expuso en Roma, Florencia, Madrid y París. Obtuvo el primer premio en el Salón Iberoamericano de Madrid en 1950 y el Premio Nacional de Escultura en 1953 por su proyecto de monumento al Prisionero Político Desconocido. Autor de los monumentos al Presidente José Antonio Remón (Panamá), ganó el concurso convocado para erigir el frontispicio del Cementerio El Angel, el Inca Garcilazo (Villa Borghese, Roma) y Simón Bolivar (Venezuela). Luego pasó a residir temporalmente en Italia, instalando un taller cerca del vaticano donde realizó esculturas como la de Santa Rosa de Lima, San Martín de Porres, etc,; las cuales serían colocadas en la Catedral de Lima. Su obra está representada en el Museo de Arte de Lima, Museo Taurino de Madrid, Museo de Bellas Artes de Dallas, etc. Ha realizado varias exposiciones en Lima entre 1952 y 1982 y representó al Perú en las Bienales de Venecia, Sao Paulo, México y Salzburgo. Reside en Roma desde 1963. Sus mas recientes exposiciones se han realizado en Osaka y Toronto (1995), Roma (1999) y Carrara (2000).
Su hermano, Don Ricardo Roca Rey, Director de Teatro limeño se graduó como Ing. Civil en 1945 y ese mismo año se inicia como profesor en la facultad de Ingeniería. En París se inscribe en la Ecole Centrale de Arts Et Manufactures para seguir cursos de ingeniería mientras que paralelamente toma contacto con diversos actores y directores de teatro europeo. En 1948 viaja a España como secretario, director y actor de la delegación artística de la AAA que tenía como objetivo principal divulgar diversos aspectos de la cultura peruana.
A su regreso a Lima en 1950 se inicia con el drama “Maquillaje”, de Eilson, cumpliendo una destacada carrera artística como director de teatro de la AAA, de la Cia. Nacional de Comedias y de otras entidades particulares. Ha dirigido mas de 40 obras teatrales desde clásicos griegos, pasando por Shakespiare y autores españoles del Siglo de Oro hasta dramaturgos contemporáneos extranjeros y peruanos.
Son recordados especialmente sus montajes de autos sacramentales presentados en los atrios de la Catedral de Lima y de la Iglesia de San Francisco: “El Gran Teatro del Mundo” , “La Cena del Rey Baltazar”, “El hijo Pródigo” todos ellos espectáculos masivos que tuvieran gran acogida y tuvo en papeles protagónicos a artistas de reconocida calidad entre los cuales se encuentran sus alumnos Ricardo Blume y Saby Kamalich. Pionero de la televisión limeña ha dirigido y producido los primeros programas en vivo así como series teatrales y centenares de programas teatrales de autores peruanos y universales. En 1976 recibió el Premio Nacional de Cultura otorgado por el INC y en 1980 es nombrado Director General del mismo manteniéndose en el cargo hasta junio de 1981.
La cuarta generación está conformada también por personalidades significativamente representativas de las distintas áreas y actividades de nuestro país. No podemos dejar de mencionar entre ellos al escultor contemporáneo Alvaro Roca Rey Miro Quesada, hijo del embajador, Don Bernardo Roca Rey y de Doña Elvira Miro Quesada Garland. Está también su hermano Bernardo Roca Rey Miro Quesada, diplomado en química y Lic. En Ciencias Biológicas. Ingresó a la sección Crónicas del Diario El Comercio como Editor de páginas de fin de semana y al crearse Servicios Especiales de Edición (SED) en 1987 ocupa el cargo de Presidente del Directorio y Editor General de la empresa. Luego es nombrado Editor General de la Revista Somos, luego publica Ruedas y Tuercas, PC World, Orientación vocacional y otros. Al adquirirse el Establecimiento Gráfico amauta S.A. para dar servicio a las publicaciones de SED asume el cargo de Director Ejecutivo de esta. Presidente y fundador de Canal N en 1999, recibió el Premio Jerusalén de Periodismo en el año 2000 y en junio del 2001 asume la Presidencia del Directorio de Empresa Editora El Comercio S.A. y de Director de Publicaciones y Multimedios de la misma. Es investigador, cronista y crítico gastronómico siendo uno de los creadores de la Cocina Novoandina, presidió la Asociación Gastronómica Peruana y es miembro de la Cofradía Chaine de Rotisseus, Cónsul de la Orden mundial de Catadores de Vino, corresponsal en Lima de la Revista Gourmand de Chile y Presidente del Capítulo Peruano de la Academia Internacional de Gastronomía. Actualmente dicta cátedra de Proyectos Periodísticos de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas.
Finalmente pero no por ello menos importante, forman parte también de esta cuarta generación los hijos de Don Germán Aguirre Ugarte –paradigma de ejecutivos, hombre de acción y promoción- y de Doña Josefina Roca Zela; los hermanos Aguirre Roca, destacando entre ellos el ya fallecido Don Juan Antonio Aguirre Roca, Ex Presidente de la Sociedad Nacional de Industrias (1977-1979) y Don Manuel Aguirre Roca, ex Presidente y miembro del Tribunal Constitucional.
Debemos tener en cuenta que la labor que en el pasado desempeñaron estos personajes, así como la que siguen cumpliendo sus actuales descendientes debe ser reconocida a nivel general, no solo por la trascendencia de sus actos y el efecto que causa en el ámbito familiar a través de sus descendientes y familiares directos, sino porque va más allá de una simple “cuestión familiar”. La mayoría de las personas mencionadas aquí no solo influyeron y en muchos casos encausaron el rumbo de nuestra historia en aspectos tales como política, medicina, economía, ciencias, artes, religión y otras sino que además son un orgullo y un maravilloso ejemplo a seguir no solo por los que formamos parte de esta tradicional familia sino por todos los que sienten verdadero amor y respeto por su patria, por sus raíces y que desean mas que nada verla salir adelante. Su legado no es solo nuestro, es también de todos los peruanos.

SUS GENERACIONES

1era GENERACION DE LA FAMILIA ROCA EN AMERCA
(Hijos de Bartolomé Vicente Roca y Maria Rosalía Liceras)

CORONEL BERNARDO ROCA LICERAS, nació en Panamá el 4 de marzo de 1737 y murió en Guayaquil el 19 de agosto de 1819 a los 82 años. Fue comandante de la Real Armada Española y comerciante y armador en Guayaquil. Se casó en segundas nupcias con IGNACIA RODRIGUEZ CARRASCAL (Guayaquil 28 de febrero de 1853) el 14 de abril de 1770. Hija de Don Benito Rodríguez (Galicia) y Doña Feliciana de Carrascal y Roble (Guayaquil). Murió el 19 de marzo de 1822 a los 69 años. Tuvieron 18 hijos.

2da GENERACION DE LA FAMILIA ROCA EN AMERICA
(Hijos de Bernardo Roca Liceras e Ignacia Rodríguez Carrascal)

MARIA DE LOS DOLORES ROCA RODRIGUEZ (Guayaquil 22/12/170 – 11/03/1820) 50 años
VICENTE RAMON ROCA RODRIGUEZ (Guayaquil 2/08/1972 – 23/02/1858) 66 años. Comerciante y de familia acaudalada. Presidente del Ecuador de 1845 a 1849. Después de haber sido un hombre acaudalado volvió a Guayaquil en la más completa indigencia y tuvo que aceptar, para poder subsistir, un puesto de dependiente en una casa de comercio de su pariente Don Agustín Roca.

JOSE ANTONIO ROCA RODRIGUEZ, (19/10/1771 – 15/04/1879) quien se casa con JUANA ROSA GARZON DE CASTILLA Y MAXIMIN, nacida en Guayaquil el 4 de setiembre de 1775 y bautizada en la Iglesia del Sagrario el 13 de setiembre del mismo año. Señora del Mayorazgo de Gorostiza – Garzón; hija del Capitán, Don Andrés Garzón de Castilla Torres Gutiérrez de Coria, natural de Cádiz y de Doña Isabel de la Rosa Maximin Barrero Sotomayor. José Antonio se casa en segundas nupcias con Doña Josefa Albóndiga con la cual no dejó sucesión. José Antonio y Juana Rosa tuvieron 10 hijos.

FRANCISCA DE PAULA ROCA RODRIGUEZ
MARIA ESCOLASTICA ROCA RODRIGUEZ quien se caso con Pedro José Boloña quien nació en Córcega el 18 de marzo de 1764 y falleció en Guayaquil el 8 de febrero de 1832 a los 68 años. Hijo de Juan Antonio y Ana Margarita
MARIA ANA ROCA RODRIGUEZ (Guayaquil 26/7/1784 – 15/7/1794) 10 años
MANUEL ROCA RODRIGUEZ
JOSE ROCA RODRIGUEZ
BERNARDO JOSE ROCA RODRIGUEZ
JUAN JOSE ROCA RODRIGUEZ
MARIA JOSEFA ROCA RODRIGUEZ
MARIA MANUELA (Guayaquil 29/07/1790 – 16/01/1845) 55 años, soltera
MARIA RAFAELA ROCA RODRIGUEZ
PEDRO JOSE ROCA RODRIGUEZ, quien participo en la Batalla de Junín, vencedor de Ayacucho, figura en el monumento a los próceres de la independencia de Guayaquil.

MARIA DE JESUS ROCA RODRIGUEZ (Guayaquil 9/08/1791 – 12/04/1851) 60 años (monja)
FRANSICO MARIA CLAUDIO ROCA RODRIGUEZ (Guayaquil 6/06/1786 – Lima 20/08/1846)
MARIA IGNACIA ROCA RODRIGUEZ (Guayaquil 3/02/1780 – 22/07/1849) 60 años, soltera,
melliza
MIGUEL ROCA RODRIGUEZ (Guayaquil 3/02/1789 – 14/07/1828) 39 años, soltero
3ra GENERACION DE LA FAMILIA ROCA EN AMERICA
(Hijos de José Antonio Roca Rodríguez y Juana Rosa Garzón de Castilla y Maximin)

JOSE FRANCISCO ROCA GARZON (Guayaquil 2/5/1800 – 5/5/1803)

BERNARDO DE LAS MERCEDES ROCA GARZON (Guayaquil 18/4/1801 y murió en Lima 7/4/1880 en su casona de la calle San José a los 79 años. Cónsul General de los Estados Pontificios, se caso, previa licencia episcopal el 25/7/1830 con su prima Doña Teresa Boloña Roca, nacida en Guayaquil el 15/10/1817; hija de Escolástica Roca Rodríguez y Pedro José Boloña. Fundo en la ciudad de Lima, el convento del Buen Pastor para mujeres desamparadas, tuvieron 9 hijos.

JOSE ROCA GARZON (Guayaquil 23/3/1802 – 6/8/1802)

MERCEDES ROCA GARZON (Guayaquil 20/10/1803 – 26/11/1833) soltera

JUANA ROSA GARZON (Guayaquil 22/1/1805 – 14/8/1894)
MIGUEL AGUSTIN ROCA GARZON (Guayaquil 28/8/1806 – 12/08/1808)
JOSE IGNACIO ROCA GARZON (Guayaquil 17/8/1808 – 14/8/1811)

AGUSTIN ROCA GARZON (Guayaquil 28/8/1810 – 7/9/1856). Se caso con su prima Francisca de Paula Molestina Roca, hija de Francisco de Paula Roca Rodríguez (2da generación del apellido)

JOSE DE LA CRUZ ROCA GARZON (Guayaquil 10/3/1814 – 7/9/1856), soltero
JUANA ISABEL ROCA GARZON (Guayaquil 23/5/1815 y murió el mismo día.

4ta GENERACION DE LA FAMILIA ROCA EN AMERICA
(Hijos de Bernardo de las Mercedes Roca Garzón y Teresa Boloña Roca)

JOSE ANTONIO SEGUNDO MARTIN DE LAS MERCEDES ROCA BOLOÑA (Lima 12/11/1834 – Lima 29/7/1914)

JOSE IGNACIO TIBURCIO MERCEDES DEL CORAZON DE JESUS ROCA BOLOÑA (Lima 1836/ 9/3/1912)
BERNARDO ROCA Y BOLOÑA (Lima, 19/6/1838) – 12/5/1910) Se caso con su prima hermana doble Doña Teresa Boloña Roca (2da de este nombre y por ello llamada la menor) nacida en Guayaquil el 27/4/1844 y fallecida en Lima el 19/12/1917. Sus padres fueron Juan A. Boloña Roca y Dolores Roca Rama. Tuvieron 15 hijos.

PEDRO JOSE RAMON ROCA BOLOÑA (Lima, 11/9/1844, bautizado en la Iglesia del Sagrario el 4/12/1844, padrino el señor Vicente Ramón Roca Rodríguez, Presidente de Ecuador representado por el señor Manuel Castilla. Se casó el 8/11/1866 con Aurora García y Sacio (Lima, 15/8/1850 – 26/7/1923); hija de Juan Antonio Poleo y su prima Justa Sacio Poleo. Tuvieron 13 hijos.

LUIS FELIPE ROCA BOLOÑA (Lima, 17/8/1845 – 3/10/1902). Se caso 2 veces:
1. Con su prima hermana Maria Clemencia Boloña y Barno de Ferreisola (Guayaquil 1850 – Lima 23/1/1878). Hija del General Francisco Boloña y Roca y Doña Josefa Barno de Ferreisola (Cataluña). Dejo 12 hijos.

2. Domitila Vergara Roca (Ica 1859) hija de Don Manuel Vergara de la Torre y Doña Celsa Robles, tuvieron 12 hijos)
MARIA TERESA MERCEDES ROCA BOLOÑA (Lima, 30/10/1846 – ) Se caso con Eugenio Denegri Valega, tuvieron 5 hijos.

MECEDES JOSEFA ROCA Y BOLOÑA (Lima, 17/3/1848 -26/10/1925) Sor Teresa del Sagrado Corazón de Jesús, monja nazarena, enterrada en ese convento.
MARIA FRANCISCA DE PAULA ROCA BOLOÑA (Lima, 29/10/1851 – 4/8/1852)

5ta GENERACION DE LA FAMILIA ROCA EN AMERICA
(Hijos de Pedro José Roca Boloña y Aurora García y Sacio)
CARLOS AUGUSTO HIPOLITO DE LAS MERCEDES ROCA GARCIA (Lima, 13/8/1867 – 3/4/1940) Bautizado por Monseñor José A. Roca y Boloña en la Iglesia del Sagrario, siendo su padrino y tío Bernardo Roca Boloña. Se caso con Carlota Maria Hortensia Zela Arriz hija del Coronel Marcos Adriano Zela Vidal y Maria Josefa Arriz y Sacio. Tuvo 10 hijos. Luego se casa con Emilia Green Renick (1900 – 16/7/1984). Tuvieron 8 hijos. Fue don Carlos en sociedad comanditaria con su hermano Bernardo, ganadero de reses bravas con quien adquirió la Hacienda Chacrasana.
BENJAMIN JOSE BERNARDO MAURICIO DE LAS MERCEDES ROCA GARCIA (Lima, 22/9/1868 – 19/5/1948)

JOSE FRANCISCO RICARDO JUAN DE LAS MERCEDES ROCA GARCIA (Lima, 20/10/1869 – 26/3/1873)

JOSE ALBERTO VICTOR ROCA GARCIA (Lima, 17/10/1870) Se caso con Emma Fernández, tuvieron 3 hijos.

MARIA AURORA SABINA JOSEFA DE LAS MERCEDES ROCA GARCIA (Lima 27/10/1871 – 10/3/1939) se caso con el Dr. Augusto Luna Zegarra
PEDRO JOSE PIO ROCA GARCIA (Lima, 11/7/1873 – 17/7/1926)
MARIA TERESA DE LAS MERCEDES ROCA GARCIA (Lima, 10/12/1874 – 28/2/1973)
ROSA MERCEDES ROCA GARCIA (Lima, 30/12/1876 – 6/8/1940). Se caso con Tomas Conroy
de la Fuente Chávez. Tuvieron 7 hijos.
MARIA ESTHER ROCA GARCIA (Lima, 9/8/1878 – 11/4/1940)
BERNARDO JOSE LEONIDAS DE LAS MERCEDES ROCA GARCIA (Lima, 15/6/1879 – 5/11/1965). Se caso el 12/11/1911 con Carmen Rosa Rey Álvarez Calderón. Tuvieron 8 hijos.
JUSTA ROCA GARCIA (Lima, 9/1/1881 – 30/9/1904). Nació el día en que su padre Pedro José se batía en la Hacienda Vásquez en la Batalla de la Rinconada. Esta enterrada en el convento de Jesús Maria en el Centro de Lima.
ANGELICA ROCA GARCIA (Lima, 9/1/1881 – 5/5/1905)
DOLORES ROCA GARCIA (Lima, 17/12/1882 - )

6ta GENERACION DE LA FAMILIA ROCA EN EL PERU
(Hijos de Carlos Roca García y Carlota Maria Hortensia Zela Arriz)

CARLOS ROCA ZELA (Lima, 1893 – 22/3/1943)
AURORA ROCA ZELA (Lima, 1895 – 16/6/1987)
HORTENSIA ROCA ZELA (Lima, 1892 – 13/2/1972)
FERNANDO ROCA ZELA (Lima, 1898 – 14/12/1956)
PEDRO ROCA ZELA (Lima, 1897 – 3/1/1960)
JOSEFINA ROCA ZELA (Lima, 1902 – 19/10/1977)
JULIO ROCA ZELA (Lima, 1904 – 31/1/1992)
AUGUSTO ROCA ZELA (Lima, 1906 – 6/8/1974)

7ma GENERACION DE LA FAMILIA ROCA EN EL PERU
(Hijos de Carlos Roca Zela y Angela Felina Caliope Madàz Valee)
CARLOS ROCA MADAZ (Lima, 1925)
CAROLINA ROCA MADAZ (Lima, 1920)

ROCA
Origen Catalán, Valencia y Mayorca (Panamá, Guayaquil, Lima)


Linaje originario de Cataluña, que pasó a Mallorca, Valencia, Alicante y Murcia, siendo muchas las familias que en estas regiones brillaron, con líneas que difundieron el apellido por España y lo llevaron a América. Una rama pasó a Galicia. Varias fueron las casas catalanas fundadas por los Roca, entre ellas una que radicó en la Villa de Campodròn, del partido judicial de Puigcerda y provincia de Gerona, que reconoce por tronco y progenitor a Bernardo Roca que obtuvo privilegio de nobleza por merced del Rey Don Pedro IV de Aragón en el año 1360.

Los Roca valencianos descienden de los caballeros catalanes del mismo apellido que asistieron a las conquistas de Valencia y Játiva, donde quedaron heredados y fueron, más tarde, señores de Beniarjó, en la Conca de Gandía. La familia Roca aparece establecida en Mallorca ya muy avanzado el siglo XIV. Los de Valencia y Ecuador traen: En campo de azur, un roque de oro, acostado de dos flores de lis, del mismo metal.

El caballero Guillermo Roca que asistió a la conquista del reino de Valencia es citado por Mossèn Jaime Febrer, traía: en campo de azur, un roque de oro, costado de dos flores de lis, del mismo metal. Estas mismas armas usaron los de Valencia y Ecuador.


Las noticias mas remotas de este linaje se remontan a la conquista de la ciudad y el reino de Valencia, proporcionadas por el autorizado cronista Mossèn Jaime Febrer quien de dice de Guillermo Roca que guardaba el castillo de Montesa, soldado de fortuna, natural de Francia y cuando el Rey de Castilla intentó conquistarla, la vigilancia de Guillermo Roca supo aguantar los ataques del rey obligándole a levantar el sitio y desde entonces fue nombrado con el apodo de Roca el de Montesa".


El primer Roca desembarcó en Panamá entre 1730 y 1735 y fue BARTOLOME VICENTE ROCA (Natural de Cataluña, y se casó con MARIA ROSALIA LICERAS (Natural de Panamá) entre 1735 y 1736.